La visión no empieza y termina en el ojo. Los mecanismos visuales están altamente implicados con fenómenos circulatorios y vasculares, por ello es importante prestar una atención especial a este área.
Para asegurar un buen funcionamiento y un rendimiento óptimo del sistema visual de una persona, necesitamos comprobar que ésta dispone de una salud ocular adecuada. Enfermedades como conjuntivitis, ojo seco, orzuelos, queratitis, úlceras corneales, epiescleritis, cataratas, glaucoma (asociado a tensión intraocular elevada) , desprendimiento de vítreo, desprendimiento de retina o degeneración macular asociada a la edad (DMAE), pueden contribuir a provocar daños irreversibles si no son detectados a tiempo.
Hoy en día unos de los motivos principales de consulta oftalmológica es el síndrome de ojo seco. La lágrima es el sistema de limpieza de la superficie de nuestros ojos. Este líquido, además de proteger la córnea, sirve para eliminar los microbios, el polvo, las sustancias irritantes y otras partículas ajenas al ojo. También evita que el ojo se seque, lo que puede ser muy peligroso para nuestra salud ocular.
Diariamente, los ojos reciben más de un 80% de información sensorial, y esto ocurre a través de la luz. Con el paso de los años el sistema visual se hace más vulnerable a procesos degenerativos como cataratas, glaucoma y DMAE. A nivel interno ocular la fototoxicidad de la luz posee un carácter acumulativo provocando daños de por vida, de la misma manera que las lesiones causadas por las radiaciones UVA/UVB sobre la piel.
Las lentes con filtros CSR proporcionan dos tipos de protección frente a la fototoxicidad de la luz: a corto plazo funcional (reduciendo la fatiga visual y la sensibilidad al deslumbramiento) y a largo plazo estructural (absorbe la luz azul dañina para la retina, reduce el proceso degenerativo visual y protege de la ceguera evitable).
En nuestro Centro de Optometría evaluamos las estructuras oculares pertenecientes al polo anterior y posterior del individuo, entre otras, párpados, córnea, conjuntiva, esclera, cristalino y retina.
Igualmente se estudia la percepción del color, que nos aporta información sobre el estado de la salud ocular.
Toda esta valoración se hace sin instilar ningún medicamento y en ningún caso sustituye a la realizada por un médico oftalmólogo.
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