
El examen visual consiste en una evaluación optométrica exhaustiva mediante la cual obtenemos información sobre las diferentes áreas implicadas en el procesamiento de la información visual.
La visión es un proceso global, por lo que estudiar alguna de sus áreas aisladamente no va a proporcionar una información completa.
Las diferentes habilidades visuales están relacionadas entre sí, unas aportan información relevante a otras, para poder realizar los diferentes aprendizajes de la manera más eficaz. Por ello debemos estudiar al individuo de una forma global, no aislada, para entender cómo funciona cada una de las destrezas por separado, pero también cómo son de eficaces cuando lo hacen juntas, ya que es así como va a funcionar la persona en la vida real.
Recomendamos realizar un examen visual completo a los niños antes de comenzar el colegio para descartar cualquier problema visual que pueda interferir en el aprendizaje y desarrollo del niño. Y a cualquier persona que tenga síntomas relacionados con la visión, falta de concentración, dificultades en los estudios o dolor de cabeza.
El examen visual no es una simple medida de agudeza visual ni una mera graduación de la vista, es una evaluación muy completa para descartar problemas refractivos, binoculares, acomodativos y enfermedades oculares.
El examen optométrico tiene como objetivo conseguir el máximo rendimiento visual teniendo en cuenta las circunstancias ambientales y necesidades personales. Para ello realizamos una historia previa de cada persona de manera individual mediante un cuestionario adecuado a cada caso.